domingo, noviembre 05, 2006

Mafalda cierta vez

Cierto día los sentidos

Despierta la música de entre la cabellera de la luna
cuando de llorar se calla la blanca manía de mi boca,
caverna de especies humanas.
No quiero esperar el grito, ni dormido ni de pie
Prosigue el día la noche el deseo de estar
No estar dentro de la boca cual fruta sin ceso;
cuando quiero llorar despierto y musita el furor alto y bajo
muy bajo, cuando la beso
Es la tez
de mi tierra en catorce de diciembres
lo que veo al abrir el párpado suturado,
luego la ventana, la nube, mariposas y a ti
cuando degusto y presiento que el vino
se ha terminado
Ya no quiero, el ufano espejo de mis huesos
ni la mordedura de mi propia mano en la cabeza
Ya no tengo ganas de nadar en el recipiente
o dar palmadas en un sueño que me llama a trastocarte
mejilla coloreada, tez de mi tierra en quince de diciembres,
rostro de un año atroz
que se rasura la espalda maltratada por tridentes:
esas ráfagas de Dios.


J. A. Introspecto